BACK TO TOP

domingo, 16 de diciembre de 2012

CALORES PANAMEÑOS (III): EL SACRIFICIO DE LAS MADRES SOLTERAS Y ACOMPAÑADAS

Por Gundhramns Hammer
9 de diciembre de 2012



Ciudad de Panamá. Fuente: familias en ruta



La vida es dura para muchas madres solteras en Panamá (Fig. 1), tan dura que algunas se ven obligadas a vender su cuerpo para alimentar a sus "comearroces" (hijos). También la "vaina" (asunto) resulta difícil para las solteras sin hijos y las acompañadas, es decir que tienen un "quitafrío" o un "man" (amante) en su casa, y tienen una retahila de "comearroces" que alimentar cuando viven en las áreas rurales y entonces recurren al sexo para mantener a su familia.




Figura 1. Madre panameña rodeadas de "comearroces". Fuente: El Siglo.


Y si la mujer se ha dejado engatusar por un "man" que no le gusta "tirar machete" (cortar hierba con machete) o ir a trabajar a la fábrica y prefiere calentar la cama porque es un "guevón" (holgazán), la madre tiene más bocas que alimentar, a sus "comearroces" y a su "man", entonces la situación se le complica, se obligada a "trabajar" más duro, con lo cual es "clavada" no sólo en casa sino fuera de su hogar.

No son raros los casos donde el compañero "guevón" de una mujer campesina la obliga a ir a "buscar agua" (clientes para sexo) para que le mantenga a él y sus hijos.  

Los ríos suelen ser los testigos de la actividad sexual (Fig. 2). Ella casi siempre va al río acompañada de uno o dos "comearroces" pequeños, quienes observan de cerca todo el proceso del "trabajo de carpintería" de ella con su cliente. Acabada la "candela", que no suele durar mucho tiempo, por lo general unos cinco minutos, ella recibe su paga, que puede ser un Balboa (1 USD) o menos


Figura 2. Río San Pablo, Panamá. Fuente: Kaos en la Red.


Si el cliente no lleva dinero en el bolsillo en  el momento que ella y él se encuentra en el río, llegan a un previo acuerdo que consiste en que él le pagará un par de dias más tarde, con dinero o le entregará a ella medio saco de yucas, raíz de la planta conocida científicamente como Manihot esculenta (Fig. 3).



Figura 3. Yuca o mandioca (Manihot esculenta). Fuente: Prevención De Salud.


De vez en cuando se dan reportes de denuncias en la corregiduría por "actividades indecentes" de una pobre campesina ganándose el pan de cada día a base de vender "carne cruda" (sexo). Suele ocurrir cuando ella vuelve a casa del pueblo y por el camino en el monte un hombre agitado y caliente la encuentra por la vereda tropical. 

Entonces, el hombre no pierde el tiempo y se prepara para el revolcón justo a orillas del camino. El desenfunda su pistola y le dice a ella que se ponga lista para el disparo de su 45, o podría ser un armamento de menor calibraje como de 22 ó 38 (Fig. 4)



Figura 4. El revolver del macho dispara y se desintegra. Fuente: Mentes Pensantes.


Se tumban en el suelo y él rápidamente sumerje su submarino en las profundidades del océano de ella, como el gallo y la gallina. Y si por casualidad pasaba otra persona por allí y vé al carpintero clavando su clavo, aunque esa misma persona testigo vaya por allí también recibiendo o metiendo "candela", se calienta de envidia y de ganas y se altera de los nervios y se va directamente a la oficina del corregidor a poner una denuncia contra la mujer.  

El corregidor envía al regidor a la casa de ella para entregarle una cita en la oficina. Para colmo de males, la vida de la mujer se pone más dura. 

A ella le ponen una multa de hasta 25 Balboas (25 USD) por "ofensa a la integridad del público" en la corregiduría y además le amenazan que si la ven de nuevo aceptando submarinos a orillas de un camino ella irá a la cárcel. 

Al hombre no le hacen nada. Mientras que a la pobre mujer la han jodido de por vida pues si la multa resulta ser de 25 Balboas, ésta cantidad de dinero es mucho para las mujeres panamas en la campiña. Queda obligada a aceptar más submarinos.

En algunas ocasiones, el cliente trabaja toda la semana "tirando machete". Utiliza parte de su sueldo para aventuras sexuales y paga por adelantado su "carne cruda". Le da a ella unos 5 Balboas (5 USD) y él se los va "cobrando" poco a poco según las ocasiones se lo permiten. 

Ella lleva la cuenta de cuántas "carnes crudas" se ha "comido" él. Aunque ellas dicen que tienen sesos de gallina, generalmente suelen tener buena memoria para llevar el conteo de los hundimientos del Titanic (Fig. 5).


Figura 5. El hundimiento del Titanic. Fuente: Mi Pequeño Mundo.
 

Y a veces al volver a casa de su "trabajo" con el arroz y el café bajo el brazo, su "man"  le propina una tremenda paliza pues se pone celoso de pensar de que ella ha sido "clavada" por otros hombres (Fig. 6)


Figura 6. Clavo en agujero. Fuente: contarcuentos.com



No es extraño que el "man" de ella se excite sexualmente con la violencia de la paliza que él le propina su mujer y enseguida la "clava" con la esperanza de que sea él quien la preñe y no el cliente que ella ha "trabajado". Es cuestión de estrategia reproductiva, de ver quién pasa los genes (Fig. 7).


Figura 7. El mundo de los huevos. Fuente: Humor gráfico de BONIL.


La difícil situación de muchas mujeres panameñas las empuja a que busquen "camarones" (trabajo) con los hombres. Así, por las calles de las ciudades de Panamá se ven mujeres que parece que andan de compras o de paseo pero en realidad están buscando clientes sexuales de la manera más discreta posible para así ganarse la vida y poder poner el arroz en la mesa de casa. 

Y los hombres, como lagartos hambrientos, siempre están atentos a maximizar sus líquidos reproductores con las hembras. Les da igual que sea una cuestión de sacrificio para estas mujeres. Son unos sinvergüenzas. Lo único que les importa a ellos es meter la "candela en la intimidad (Fig. 8).



Figura 8. No molestar. Fuente: AI.



La música típica panameña incita al amor y el sexo y está diseñada para mantener excitados a los gallos para que canten más a menudo y a las gallinas para que dancen continuamente (Video 1), en lo que se llama control social del ganado humano. 


 Video 1.Samy y Sandra Sandoval con su canción Presa de su amor.



La vereda tropical está que arde. Por eso, por estas tierras istmeñas en mejor no mencionar la palabra "pezón" porque los hombres se enloquecen y salen corriendo en búsqueda de un agujero para "candelear", da igual la "tabla" que encuentren con tal de "meter el clavo". 

Adicionalmente, las mujeres turistas en Panamá pueden ponerse en una situación embarazosa si le dicen a los hombres "necesito ayuda" porque da lugar a que ellos las mal interpreten y piensen que ellas andan en búsqueda de "carne cruda" (sexo). 

Por supuesto, algunas mujeres, especialmente jóvenes y viejas jubiladas de los países ricos viajan a Panamá exclusivamente para buscar aventuras con los machos panameños. Si son viejas viajan juntas al Istmo y sus edades sumadas pueden llegar a un milenio. Panamá está considerado como destino turístico sexual.

Panamá, tierra del Canal, ritmo tropical y candela discreta. Los panameños prefieren "ayudar a los barberos" que hacer la guerra. Muy asertada su filosofía. 

El suelo panameño sirve de hogar a miles de madres panameñas, mujeres completamente entregadas a sus hijos, rara es la excepción. El sacrificio para criar a sus hijos es una de sus mejores distinciones y una cualidad que las hace dignas de admiración.

Además, Panamá está llena de leyendas, historias misteriosas y muchos secretos bien guardados, y uno de ellos es el sexo hombre-animal, la bestialidad o zoofilia, aunque el último término no apropiado pues quiere decir "amor a los animales" (griego zoon = animal, philia = amor o amistad), pero lo usaremos para indicar actividad sexual de humanos con animales.  

La cuarta parte de la serie CALORES PANAMEÑOS tratará sobre este tema. No te lo pierdas.


Dedicatoria

Dedicamos este pequeño trabajo a todas las madres panameñas, mujeres abnegadas con sus hijos. ¡Dios las bendiga a todas!


Referencias


Aguilera Patiño L. (n.d.) El panameño visto a través de su lenguaje. Ferguson & Ferguson, R. de Panamá. 388 p.

Chavarría L. del C. (1997). Rasgos de personalidad en mujeres maltratadas de acuerdo con el 16 PF. Tesis de Licenciatura, Universidad de Panamá, Panamá. 167 p. 5 Anexos. 

López Armuelles T.M. (1991). La violación carnal en menores. Tesis de Licenciatura, Universidad Santa María La Antigua, Panamá. 145 p.
 

----------------------------------------------------------
La primera parte, CALORES PANAMEÑOS (I): EL BARBERO Y LA CANDELA, la puedes leer AQUI.

La segunda parte, CALORES PANAMEÑOS (II): LA VENGANZA DE LAS GALLINAS ESCLAVAS, la puesdes leer AQUI.

Si te ha gustado este post, hazte miembro de e-rastrillo y recibe directamente a tu e-email la cuarte parte y las siguientes.
-----------------------------------------------------------------------------------

No hay comentarios:

Publicar un comentario