BACK TO TOP

martes, 21 de mayo de 2013

¡NO LE DUELE!: LA CRUELDAD DE DESCRESTAR UN GALLO DE PELEA

Por Gundhramns Hammer
21 de mayo de 2013 


Fuente: Cuajimalpabeat



Hace varios años atrás en las llanuras de Aragón (España), una joven le hizo una pregunta a un pastor de ovejas:

- Señor, ¿por qué las ovejas adultas tiene el rabo corto?

El pastor le contestó:

- Sirve para que´l macho las cubra mejor. Y mira es muy fácil que tengan las ovejas el rabo corto.

El pastor cogió un hermoso cordero y se lo puso entre las piernas con la cabeza del animal hacia atrás. Tomó en sus manos el rabo del cordero, lo dobló y lo partió. El pobre animal se quejó con un berrido pero el pastor no se inmutó. 

Pero la señorita que nunca había visto esas cosas y pensaba que las ovejas nacían con el rabo corto soltó un grito: 

- ¡Qué horror!

A lo cual el pastor añadió: 

- Ya ves. ¡Es fácil que tengan el rabo corto las ovejas!

- Pero, pero ¡eso debe de doler!, dijo la joven.

- ¡No que va, no les duele nada!, exclamó el pastor. 


Como en esta historia, de la cual fuimos testigos, hay cualquier cantidad de gente alrededor del mundo que piensan que los animales no sufren de dolor cuando los humanos hacen las barbaridades que les hacen. 

Los animales sufren mucho dolor cuando los humanos les hacen daño porque son seres totalmente sintientes como nosotros, pues los vertebrados tienen un sistema nervioso bien desarrollado

Los animales sufren un imperio de dolor y sangre bajo las manos del Homo "sapiens". 

Ahora bien, si o no son conscientes del dolor ya es otra cosa. No hay duda que los animales poseen un tipo de consciencia, por ejemplo, los elephantes e incluso la pobre gallina, el animal más maltratado del planeta, demuestran cognición y pueda que de menor, igual o mayor grado que nosotros en algunos casos como los delfines

¿Y qué tal si es una condición intrínseca dentro del átomo mismo?

Adicionalmente, podemos hacer una observación. asumes que otra persona está consciente como tú lo estás. Pero en realidad nunca podrás saber cómo la experimenta esa otra persona. 

En fin, la pregunta, dice el Dr. Marc Bekoff, Profesor Emeritus de Ecología y Biología Evolutiva en la University of Colorado at Boulder (USA), no es si o no tienen consciencia los animales. Ya hay suficiente evidencia a favor de ello (Rollin, 2011; Bekoff et al., 2002; Bekoff, 2002; Bekoff & Jamieson, 1996; Stamp Dawkins, 1998; Budiansky, 1998) . La pregunta es: "¿Cómo evolucionó?"

Además, la cognición es una secuencia evolutiva. Primero la desarrollaron ellos, los animales no humanos, sus linajes son más antiguos que el nuestro, y luego ellos nos hicieron ese regalo a nosotros. 

Tal como nuestras padres nos transmitieron ese regalo en forma de un sistema físico-químico equilibrado, ADN, donde está codificada la secuencia que nos llevará a desarrollar la cognición, consciencia de que existimos, si todo sale bien.

Y ¿para qué usamos ese regalo? La mayoría de veces para jodernos unos a otros, para matarnos unos a otros y para dañar a los animales, a la Naturaleza, al mundo que nos rodea.

Pero por el momento no ahondaremos más en este tópico. Lo dejaremos para otra ocasión.

A continuación os presentamos un caso de esos "que no le duele nada al animal". Un caso aplicado a aves: el descrestado de los gallos de peleas

Una crueldad contra los gallos bajo la bandera de "patrimonio cultural", el cual es en realidad "patrimonio de la crueldad", como lo ha expresado tan magistralmente la periodista Leonora Esquivel. Pinchar AQUÍ para leer su artículo.

Pero antes de entrar en la materia que nos ocupa, os dejaremos con dos preguntas:

Si eres mujer, ¿te dolería si te cortasen el clítoris con una hoja de afeitar?

Si eres hombre, ¿te dolería que te cortasen tus testículos con una navaja u hoja de afeitar?

La respuesta ya la sabemos todos.   

Ahora pasamos al cruel "ritual" del descrestado de los gallos de pelea. 




Fuente del siguiente artículo: Cuajimalpabeat

  • Navaja para afeitar. se utiliza este tipo de navaja, ya que es muy fina y no produce mucho dolor al descrestar un gallo de pelea.
Ahora bien, una ves teniendo todos los materiales, es importante comenzar por amarra las patas una pegada a la otra sin cortar la circulación al gallo de pelea, para comenzar a descrestar un gallo de pelea.


Después de ello, es necesario tener un agarrador para que se pueda hacer lo mejor posible la cirugía para descrestar un gallo de pelea. Es importante que sujete las patas con una mano y con la otra agarre las cresta del gallo para que se le puedan cortar las barbas y los glóbulos para poder hacer un descreste corte mexicano.


Ahora bien, para comenzar a descrestar un gallo de pelea, es importante empezar por los glóbulos del gallo de pelea, en este caso se encuentran ubicados en la parte baja de los oidos tienen forma de pequeñas bolsas en donde se almacena sangre.


 Posteriormente y para empezar a descrestar el gallo de pelea es necesario sujetar el lóbulo que pretendemos seccionar y comenzar el corte de arriba hacia abajo con la finalidad de poder ir separando el lóbulo y sea mas fácil el corte. En caso de que exista muchas pérdida de sangre es importante hacer presión en la herida pegando nuevamente la piel con la carne del gallo hasta que haya bajado la hemorragia.





Teniendo cortado el lóbulo, proseguimos a cortar la barba del mismo lado, que bueno no es dificil encontrarla ya que se encuentra en la parte inferior a la altura de su garganta. Al realizarlo se tiene que ocupar la misma técnica que se ocupo al cortar el lóbulo inicial.



Ya hemos logrado descrestar un gallo de pelea completamente de un lado. Ahora bien, para continuar pasamos a cortar el otro lado del gallo que en este caso es el izquierdo. Para poderlo hacer de manera efectiva es importante que el agarrador cambie de lado al gallo para que de esta forma se pueda tener el control completo al descrestar el gallo de pelea y se comienza de la misma manera, con el lóbulo izquierdo.



De igual manera se prosigue a cortar la barbilla del mismo lado, ocupando la misma técnica que se ha utilizado en todo este tipo de corte.




Hasta este punto ya se tiene el 80% para descrestar un gallo de pelea, lo único que falta es cortar la cresta, que se ubica en la parte superior de la cabeza del gallo. Para poderlo hacer es necesario que el agarrador suelte la cresta y el cortador la sujete con una de sus manos para poder empezar el corte. Para hacerlo de manera efectiva es importante comenzar el corte desde la parte de atrás de la cresta, esto con el objetivo de que el corte salga lo más recto posible, además por comodidad y facilidad para el cortador.





Posterior a esto es importante aplicar agua con sal para que cicatricen de manera rápida todas las heridas, cuando se haya terminado de descrestar a un gallo de pelea.



En caso de que existan hemorragia y no se pueda para de esta manera, es importante colocar sobre las heridas unas plumas, en especial las que se encuentran en la parte trasera ubicadas en la zona naciente de la cola ya que ese tipo de plumas absorben de manera rápida la sangre y sirve para hacer una costra artificial para bloquear la salida de sangre.



Source link:




A este trato cruel de los gallos de pelea, el descrestado, lo añadiremos que los humanos son máquinas biológicas programadas y programables, poco pensantes donde y cuando deberían poner más "lógica", pues suelen ser esclavos de programas a los que fueron sometidos en su niñez y pueda que mueran sin jamás haberlos cuestionado.  

Los padres pasan sus programas a sus hijos y los hijos dan lo que sus padres les han dado. Y así sucesivamente hacia atrás y hacia adelante, con variaciones aquí y allá.

Y desprogramar a un humano, a no ser que caigan en manos de la CIA, resulta más fácil pedirle a un tigre que cambie sus rayas que a un humano pedirle que cambie de hábitos. Y mucho menos pedirle que los examine bajo la lupa de "no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ".  

Un humano mal programado puede ser más peligroso que un artefacto nuclear.

Con lo cual, ya sabemos una de las razones de porque el mundo está patas arriba. 


Referencias

Budiansky S. (1998). If a Lion Could Talk: Animal Intelligence and the Evolution of Consciousness. The Free Press, New York, NY, USA. 219 p.

Bekoff M. & Goodall J. (2002). Minding Animals: Awareness, Emotions, and Heart. Oxford University Press, Inc., New York, NY, USA. 230 p.

Bekoff M. & Jamieson D. (Eds.) (1996). Readings in Animal Cognition. A Bradford Book, The MIT Press, Cambridge, MA, USA. 379 p.

Bekoff M., Allen C. & Burghardt G. M. (Eds.) (2002). The Cognitive Animal: Empirical and Theoretical Perspectives on Animal Cognition. A Bradford Book, The MIT Press, Cambridge, MA, USA. 482 p.

Rollin B. E. (2011). Putting the Horse before Descartes: My Life´s Work on Behalf of Animals. Temple University Press, Philadelphia, PA, USA. 285 p.

Stamp Dawkins M. (1998). Through Our Eyes Only? The Search for Animal Consciousness. Oxford university Press, Oxford, UK. 192 p.

1 comentario: