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martes, 2 de diciembre de 2014

HUMANOS CAGADOS DE MIEDO: ARMAS SECRETAS PARA ASUSTAR A LOS ENEMIGOS SECRETOS CAGADOS DE MIEDO SECRETO


Por Gundhramns Hammer
2 de diciembre de 2014
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Vamos a contarte un secreto de un arma secreta de los secretos del mundo secreto del hombre. No es secreto como tú entiendes que es un secreto pero es secreto en los secretos del secreto que mantiene en secreto los secretos del humano. Los secretos para buscar secretos en los secretos del mundo que parece que es secreto pero está lejos de ser secreto porque nada hay secreto bajo el Sol, aunque el hombre piense que puede guardar secretos para los secretos del secreto que no es secreto.

Pues bien, el secreto es que el hombre otra vez ha salido con eso de la historia del arma secreta pero no es secreto porque bien saben todos los que quieren saber secretos que no es ningún secreto que al hombre le encanta fabricar armas secretas para eliminar en secreto a sus enemigos secretos, aunque no son secretos porque todo el mundo sabe que no pueden mantenerse en secreto las cosas secretas de los secretos del hombre. 

Al final, todos los secretos del mundo secreto del hombre (Homo insapiens) sin ser secreto de los secretos es revelado como secreto sin ser secreto. 

Las armas electromagnéticas, por ejemplo, tienen secretos que el hombre quiere emplear para sus secretos de los secretos del secreto que no es secreto porque todos sabemos que a este mono desnudo miedoso le gusta asesinar en secreto a sus hermanos secretos o no secretos a quienes, aunque no quiere admitirlo en voz alta, ya admite en secreto después de revelar los secretos del ADN que todos los humanos y demas seres vivos en la Tierra somos hermanos, y ya es hora que dejemos de matarnos unos a otros en secreto o bajo la plena luz del día sin secreto para que entonces no haya asesinatos secretos o no secretos, ante los ojos de nadie para ponerle fin a las guerras secretas que no son secretas pero que pueden matar en secreto a los enemigos que no son secretos. 

Sin secretos no puede haber el mundo secreto que amenaza con acabar con los secretos de la Vida en todo el planeta.

Si has llegado hasta aquí es porque te gustan los secretos y estás esperando el secreto que no es secreto del mundo secreto de las armas secretas del hombre maniatico que con o sin secreto va por allí matando a los que considera enemigos secretos o no secretos para poder dormir "tranquilo" según su manera secreta de ver las cosas secretas y entonces poder así descansar sin secretos.

Ojalá que mientras hayas leído la cadena de palabras del mundo secreto de los secretos del cerebro humano hayas parado tu mente aunque sea por unos minutos.

Si lo has logrado es que has aprendido un poco de los secretos del secreto de las palabras del mundo secreto del hombre y que a veces tú pagas en secreto para aprender los secretos que no son secretos pero los consideran secretos porque a los individuos que guardan los secretos sin ser secretos les conviene venderlos como secretos para así vivir de los secretos que no son secretos de los cuentos secretos del mundo secreto de los humanos.

Y es aquí en el mundo secreto de nuestras cabezas donde debemos librar todas las batallas secretas para crecer y vivir libres sin las cadenas de los secretos.  
  
Si lo logramos, existe una ventana a un mundo sin temor a los secretos que nos atan a los miedos secretos que proyectamos a los vecinos que también sufren de miedos secretos.

La industria de las armas es en realidad la industria del miedo. 

El arma secreta del mundo secreto de las armas secretas es tu miedo.

El hombre (Homo insapiens) es el animal más miedoso sobre el planeta Tierra. De lo contrario no estaría armado hasta los dientes. 

Tampoco iría por allí matando todo lo que se atreve a cruzar su camino y le produce miedo.

No obstante, el miedo ha jugado su papel en la evolución de los animales, especialmente en los mamíferos. 

Es parte de la lucha por la supervivencia. El miedo evita situaciones peligrosas que podrían resultar en daños al individuo. 

A la larga resulta más adaptativo evitar las peleas físicas de ser posible y sólo utilizar estrategias conductuales acompañadas de caractarísticas morfológicas propias de cada especie,  por ejemplo color, sonido, cuernos, etc., las cuales produzcan la impresión de mayor tamaño, fuerza y poder ante un adversario. 

Y en algunos casos, las mismas son utilizadas por ciertas especies para escapar de los enemigos.

Al no tener garras, ni fuerza, ni alas para volar, ni patas rápidas de gacela para escapar de sus enemigos, incluyendo de sus propios vecinos humanos que se lo querían comer asado o crudo, pues el canibalismo era una forma de vida, a los humanos primitivos les resultaba más fácil atrapar y matar un individuo humano de otra banda que cazar un animal peligroso y arriesgarse a salir herido, con el culo roto para nunca mas poder cagar, sólo esperar a morir. 

Las investigaciones arqueológicas y antropológicas de culturas paleolíticas y neolíticas de Europa, por ejemplo, demuestran que los humanos practicaban el canibalismo a diestra y siniestra. 

No eran culturas pacíficas ni idílicas como nos las pintan en los cuentos o las historias para lavarnos el cerebro. 

Eran todo lo contrario. Estaban inmersas en un mundo de violencia, guerra y canibalismo. 

Así lo revela el estudio de  Boulestin et al. (2009) sobre la Cultura de Cerámica Linear en Herxheim, el Palatinado, Alemania, entre los años 5300 y 4950 a.de C. Se comían unos a otros. Literalmente.

Otros investigadores corroboran este patrón y aún mucho más antes. Carbonell et al. (2010) reportan canibalismo entre los Homo antecessor en Gran Dolina en la Sierra de Atapuerca en Burgos, España. Las investigaciones de Cáceres et al. (2007) en la Cueva El Mirador en el mismo lugar de España también señalan que el "canibalismo gastronómico" era una práctica muy favorecida por los homínidos (Homo antecessor) de hace unos 800 mil años.

Desde el principio, la guerra, la violencia y el canibalismo han sido los peores males del Homo insapiens o de sus antecesores. Decimos Insapiens porque aún no se merece eso de sapiens, pues generalmente actúa como un auténtico idiota (Video 1). 


 Video 1. Bike fails compilation.



Este mono desnudo es muy bueno e ingenioso para fabricar gadgets de todo tipo desde cuchillos hasta satélites y temibles y destructivos petardos nucleares pero a la hora de la verdad en su relación con el medio ambiente es un imbécil. Un "pendejo".

Se caga a borbollones en su propio nido.

Su miedo puede más, por lo general. 

Por lo tanto, el hombre primitivo vivía practicamente cagado de miedo, no sólo por el miedo de los grandes carnívoros que merodeaban y le sacaban la caca al comérselo sino también porque sus congéneres, dentro (endocanibalismo) y fuera (exocanibalismo) de su banda, lo podían matar y papear, es decir devorárselo crudo o asado (canibalismo o antropofagia) (Figs. 1-2). 


Figura 1. El festín del canibalismo. Fuente: RT.



Figura 2. El frenesí de la antropofagia en Brasil (1557). Fuente: Wikipedia.


Con el tiempo, ante estos peligros, el hombre se las ingenió para convertirse en el mejor experto en fabricar armas para defenserse de lo que le daba miedo y para cazar a los que le daban miedo para luego comérselos y hacer un ritual de la comida que le había dado miedo para así llenarse en su imaginación de coraje para poner al menos por un rato de lado sus miedos. 

En fin, el miedo terminó en convertirse a lo largo de la historia del hombre cagado de miedo en un miedo que incluso raya en lo patológico. 

Basta llevarle la contraria a alguien para que se enfade, se endiable y le salga el miedo, pues la rabia es miedo. Y comienza la batalla.

Querrá matarte y si tienes suerte sólo lo hará en su imaginación pero si el que se enfada pasó demasiado miedo en su niñez, existe una buena posibilidad que te joda y le ponga fin a tus miedos mandándote al infierno.

Sin el miedo patológico del ser humano no habría miedo para los miedos que sirven de miedo a los llenos de miedo para fabricar armas que dan miedo a los vecinos que también tiene miedo de los miedos de las armas de los otros que fabrican armas que también dan miedo y cuando dos llenos de miedo se juntan sólo puede haber dos resultados: una guerra que da miedo o más miedo para evitar que las armas de miedo de ambos bandos se retiren del campo de batalla con miedo y el miedo los mantenga ocupados fabricando más armas de miedo para calmar sus miedos. Es una de nunca acabar. 

El miedo es el alimento del miedo de los miedos del hombre. La vida del hombre ha sido una constante Guerra Fría. Y sigue así.

A no ser que se someta a un poco de ingeniería genética sobre sí mismo, lo lobotomicen en la sala de operaciones, lo neutralicen con drogas matacerebros, lo conviertan en zombie por medio de máquinas con video juegos violentos, o tenga cojones y chinastes (ovarios) para enfrentarse a sus propios miedos recogidos en su niñez y hacer su trabajo interior donde deben librarse todas las batallas, el hombre seguirá cagado de miedo. 

Y por lo tanto, el hombre (Homo insapiens) continuará inmerso en violencia y guerras, con un poco de velorio entre ellas para enterrar a los muertos o para bromear y poner las cosas en orden.

Miedo, miedo y miedo. 

Hay diversas formas de miedo:
  • miedo a no tener nada o miedo a quedarte sin nada: impulsor de la codicia o de salir de la pobreza. Esta es una de las tantas puertas del capitalismo. Por aquí fácilmente éste se mete en tu cabeza para que te metas en la cueva de la deuda y el consumo desenfrenado;
  • miedo a no tener nada que comer y cuando lo consigues loco te puedes volver: impulsor de la gula;
  • miedo a engordar: impulsor de la anorexia;
  • miedo a no pisar (=copular) o que no te pisen: impulsor de la impotencia o lujuria;
  • miedo a que no te quieran o no ser querido: el terror y desesperación ancestrales, pues estás fuera del esquema y en tu imaginación, tu realidad o tu inconsciente, según haya sido tu niñez, vienen a por tí las fieras y los caníbales. En parte, es también un miedo congelado en el tiempo, el del bebé cuando su madre no acudió rápidamente cuando lloraba por la noche.
  • miedo a que te deje tu mujer o marido: impulsor de la fidelidad o infidelidad;
  • miedo a que te hagan daño o maten: impulsor de la violencia, asesinato, etc., para eliminar el potencial o real peligro antes de que te jodan a tí;
  • miedo a que te descubran que eres un narco o un mafioso de cuello blanco en la oscuridad del closet y que todo el mundo se entere de que tu famosa filantropía era todo una puta farsa: impulsor de la pantomima pro-social falsa y politiquería mentirosa, hipócrita y barata. En estos tiempos modernos, los pícaros y poderodos se unen y disimulen sus mierdas en una maraña de sociedades secretas o redes de empresas legales que dependen de empresas fantasmas ancladas en la mierda para chupar del sistema. Ecce la raíz de las oligarquías que suelen ser miopes y mierderas;
  • miedo a ser don nadie: impulsor de convertirte en el centro de un universo imaginario donde todos te lamen el culo. La raíz de la búsqueda del status social, al fin y al cabo para tener mejor éxito en la cacería de una vagina o pene, pisar (copular) y hacer más ADN; 
  • miedo de perder tu imagen: impulsor de la baraja de las tecnicas de control social del ganado humano, entregar tu dominio al dominio de otros que lo pueden usar para bien o para mal;
  • etc, etc.

Miedo... y más miedo. 

En fin, hagámonos una sencilla pregunta:

  • ¿Porqué crees que los adolescentes en la actualidad se vuelven adictos a los video juegos violentos? 

Los psicólogos dan muchas explicaciones pero no le dan al clavo. 

Nosotros diríamos que los adolescentes, o cualquier persona adulta adicta a estos juegos, están cagados de miedo. En el subconsciente o consciente en secreto.

Miedo a enfrentarse a una realidad, si es que existe tal cosa, que produce mucho miedo. 

Después de todo, todavía hay muchos extraños caníbales de verdad o no (e.g., los chismosos: el chisme es una forma simbólica de comerse a una persona) por doquier, ya sea fuera de tu tribu por la calle y dentro de los edificios o casas, esos bogeymen que los jóvenes no conocen y que sus cerebros moldeados, modulados y diseñados para los rigores pleistocénicos les indican en su sistema límbico que esas personas extrañas son potenciales enemigos. 

Alarma! Peligro! Te pueden comer! Métete a tu grupo o manada! les dice agitadamente el cerebro subconscientemente (el sistema límbico)... y los cachorros de los Homo insapiens recién estrenados fuera de su nido y destetados de sus padres que les protegen encuentran refugio en la banda, la pandilla, el grupo, su tribu de la misma edad. 

Se juntan para matar simbólica o realmente lo que sea. Juntos pero no revueltos. El miedo sigue allí y bullen en la olla llena de miedos. 

El miedo es la leña y el fuego. Miedo para quitarse el miedo del miedo que da miedo del miedo de los demás que también tienen miedo del miedo de los miedos de los que no saben que tienen miedo y les dan miedo en un mundo lleno de miedos, reales o ficticios.

Estos individuos "sanos" o enfermos cagados de miedo entonces descargan su miedo "normal", subpatológico, patológico o megapatológico en los juegos, ya sea matando a zombies, animales, plantas o cualquier animal u objeto en la pantalla de la maquineta electrónica o el ordenador. 

Pero no llegues al extremo de no dejar a tu crío a que juegue con pistolas de juguete si así lo desea. Es una manera de defenderse de los miedos. Todos los críos tienen miedos. Si tú como adulto das un buen ejemplo, ya se le pasará eso de las armas al crío

Conocemos el caso de un niño que perdió a su padre a los cinco años. Se quedó aterrado con esa experiencia y le gustaba jugar con su par de pistolas de juguete al estilo del Llanero Solitario. Pero ha crecido hasta convertirse en una persona de buen caracter y muy amable.

Curiosamente, por otro lado, el mundo de los cazadores está repleto de miedos de varios tipos a pesar del poder de sus armas. 

Los cazadores te darán muchas explicaciones de porqué cazan pero generalmente la verdadera razón ni ellos la saben. 

El motivo está enterrado en las experiencias de la niñez de cada uno, las cuales están oscurecidas y matizadas con patrones ancestrales pleistocénicos de una sensación de pertenecer a un grupo.

Y para cerrar la puerta trasera, si hablanos del pasado, siendo la cacería una actividad impredescible, a tal grado que los hombres podían volver al campamento con las manos vacías, eran las mujeres con sus faenas recolectoras las que mejor suplían las necesidades de la banda. Es algo que debemos tomar en cuenta.

La cacería, cuando tenían éxito, más que todo era un mecanismo para obtener favores sexuales.  

Y en cierta manera aún tiene este tono en la actualidad. Pero de otra manera y con propósitos para propósitos que todavía se agrupan dentro de la esfera de poder.

El cazador à la moderne cuando le da a su blanco codiciado (Video 2) grita enloquecido. Pareciése que quiere expresar que está contento pero más parece que está tratando de asustar a los supuestos enemigos para ahuyentarlos fuera de su esfera de peligro, tal como de seguro ocurrió miles de años atrás cuando el canibalismo era una forma de joder a los vecinos o a los suyos.


Video 2. La aventura de la cacería en Canadá.




Los cazadores adictos a la escopeta o al rifle al sentir el "poder" de haber matado a otro ser vivo por el "puro placer" de matar demuestran y dejan a la luz del día su sofisticado disfraz de algún miedo consciente y guardado en íntimo secreto o uno inconsciente. 

Esta experiencia devela justo el momento de haberse enfrentado a su "monstruo personal", consciente o inconscientemente. 

También le permite la posibilidad de pertenecer al grupo exclusivo de lo que ellos consideren exclusivo. 

La cacería puede servir de vehículo para muchas cosas: 
  • adentrarse en un mundo donde impera el alto poder económico, 
  • pertenencer a la mafia de mafias, 
  • entrar al mundo de la política donde se cuecen las habas para tramar cómo manejar a los hatos de ganado humano, 
  •  ganarse la vida contrabandeando pieles exóticas caras, 
  • dirigir safaris para que los ricos descarguen sus rabias o éstos recojan su mercancía mafiosa, 
  • negocio de de trofeos para ser admirado o venderlos a exorbitantes precios alos tontos,
  • tráfico ilegal de "bushmeat" (carne de animales salvajes) para complacer a los mafiosos,
  • conseguir ser admirado y adquirir suficiente valor mental o económico para poder acercarse a su presa sexual para clavársela y descargar su jugo genital,
  • etc., etc.

Y no estamos hablando de aquellos cazadores que dependen de esta actividad para subsistir de verdad sino de otros tipos de cazadores y de otros cazadores que a veces no son cazadores. 

Por ejemplo, existen los "cazadores" del contrabando o testaferri de cazadores que sirven a mafiosos que se esconden en la sombra, especialmente en las subastas de cacería y que es una forma de lavandería por medio de apuestas en la web.

Otros cazadores no son lo que son. Hoy en día hay muchos narco-cazadores que se disfrazan de "cazadores" para recoger el paquete de droga de cocaína en la montaña. 

¿De dónde crees tú que muchos "cazadores" sacan el dinero para sus Range Rovers o Land Rovers? 

En fin, de esta manera, matando y sobremantado, en la realidad en la que el hombre cagado de miedo está inmerso, el ganado humano descarga así o de otra forma su miedo atávico arrastrado del Pleistoceno. 

Pero sigue con miedo.

El hombre está cagado de miedo. 

Si no fuese así, no habría industria de las armas. Sin embargo, la hay. Y es una de las industrias que más chupa la sangre de los pueblos.

Si deseas saber sobre los gastos en armas que dan miedo fabricadas por el Homo insapiens alrededor del mundo durante el año 2011, por ejemplo, te recomendamos que leas el siguiente documento del SIPRI (Stockholm International Peace Research Institute):


¿Ya estás mareado? ¿Has comprendido el mensaje?  

No es sólo juego de palabras. 

¿Alguna vez te has preguntado a tí mismo dónde está tu miedo sano, ese que te puede apartar de un peligro real o potencial, y el patológico, ese que te imaginas hasta que te inmobiliza y puede hacer que te cagues de miedo sin el miedo que de verdad da miedo? 

Tener miedo es una cosa normal pero llegar a un punto que el miedo se apodere de tí y te haga hacer cosas que dan miedo para calmar tu miedo, eso sí que da miedo a los que ya tienen suficiente miedo en el mundo de los miedos del hombre cagado de miedo. 

Ya hay demasiado miedo en el bazar económico egocéntrico de las guerras patológicas del hombre, ¿no te parece?

Pues bien, ahora miremos un documental sobre uno de los nuevos tipos de armamento, armas electromagnéticas (armas de microondas) (Video 1), armas que dan miedo para asustar a los que dan miedo en un mundo de hombres cagados de miedo:


                      Video 1. Las armas electromagnéticas.                          
   



Resumiendo, la cagazón (regionalismo latino de cagar, defecar) del miedo a que se lo papearan (comieran) asado en un ritual caníbal lo conviertió en "humano" (derivado del proto-indoeuropeo, dghem = mierda, estiércol, humus, sin espíritu) y aún lo tiene cagado de miedo y la cagazón del miedo a que lo maten con armas sofisticadas en la actualidad lo va a matar al final, y bien cagado de miedo.

Recuerda, tu miedo es la base de todas las armas secretas. 

No permitas que caiga en manos ajenas para que no te puedan joder.

Comprende tu miedo para que no te cagues de miedo cuando no debes cagarte de miedo y para que te cagues de miedo cuando debes cagarte de miedo.

Una vez vayas por aquí, algún día aprenderás a reirte de tu propio miedo.

Y más te vale, porque como van las cosas, están que dan mucho miedo!


See you later alligators!


Source: Jessica´s Health Blog.

N.B. 

Este post fue escrito el 9 de abril de 2013. Teníamos intenciones de ampliar el aspecto de los miedos desde el punto de vista psicológico y biológico pero de haber sido así nunca lo habríamos terminado de escribir. 

Así es que, what the fuck, aquí os va! 

Esperamos que tal como está os sirva para reflexionar al respecto. 

Si bien Rosen (2005) dice que "la mente humana no es una tabula rasa, pero tampoco está determinada por la biología", también es cierto que todo perfil cognitivo al final de cuentas depende de la biología, especificamente de lo que los genes expresen, en este caso el cerebro, el cual a su vez está influenciado por la microbiota intestinal por medio del Eje Cerebro-Intestino. Sin biología no hay psicología.

Por lo tanto, para que esta psicología marche más o menos bien, cuida tu biología: no le metas mierda ni neurológicamente ni gástricamente ni mucho menos angiológicamente (e.g., narcóticos), o de lo contrario acabarás tarde o temprano en el hospital, el manicomio o serás un zombie en tu respectivo cajón de Matrix o un volcán ambulante listo para explotar en cualquier momento aunque pueda que lo disfraces a toda costa de lo contrario y vayas por allí asolapado de "transparencia" y de "sensitivo".

Title translation:

SHIT-SCARED HUMANS: SECRET WEAPONS TO SCARE SECRETLY SHIT-SCARED SECRET ENEMIES


Referencias

Boulestin B., Zeeb-Lanz A., Jeunesse C., Haack F., Arbogast R.-M. & Denaire A. (2009). Mass cannibalism in the Linear Pottery Culture at Herxheim (Palatinate, Germany). Antiquity, 83: 968-982. 

Cáceres I., Lozano M. & Saladié P. (2007). Evidence for Bronze Age Cannibalism in El Mirador Cave (Sierra de Atapuerca, Burgos, Spain). Am. J. Phys. Anthropol., 133 (3): 899-917.

Carbonell E., Cáceres I., Lozano M., Saladié P., Rosell J., Lorenzo C., Vallverdú J., Huguet R., Canals A. & Bermúdez de Castro J. M. (2010). Cultural Cannibalism as a Paleoeconomic System in the European Lower Pleistocene: The Case of Level TD6 of Gran Dolima (Sierra de Atapuerca, Burgos, Spain). Curr. Anthropol., 51(4): 539-549.

Falgueras Cano J. (2012). Somos Hijos de la Guerra: La Selección Artificial del Hombre. Guiarca, España. 346 p. 

Fry D.P. (Ed.) (2013). War, Peace, and Human Nature: The Convergence of Evolutionary and Cultural Views. Oxford University Press, New York, NY, USA. 562 p.

Price T.D. (2013). Europe before Rome: A Site-by-Site Tour of the Stone, Bronze, and Iron Ages. 1st Edition. Oxford University Press, New York, NY, USA. 432 p. 

Rosen S.P. (2005). War and Human Nature. Princeton University Press, Princeton, NJ, USA. 211 p. 

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