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miércoles, 8 de agosto de 2012

INDUSTRIA PAPELERA: MAPUCHES INVADIDOS POR EMPRESAS FORESTALES Y LA DESTRUCCION DE BOSQUES NATIVOS EN CHILE

Por Gundhramns Hammer
8 de agosto de 2012


Fábrica de papel (Chile). Fuente: Papeles imac


Había una vez un hombre tacaño, tan tacaño que usaba el papel higiénico y lo lavaba y colgaba en unos alambres en el patio para que se secara bajo el sol. Le gustaba comprar papel higiénico de color.

Un día pasaban dos amigos por la calle y vieron  el papel higiénico tendido en los alambres. Y uno le dice al otro, al ver las guirnaldas de papel:

- "Creo que nuestro vecino va a tener una fiesta!"

- ¿Por qué?, le pregunta el otro.

- "Bueno, porque veo que el vecino tiene guirnaldas colgando de esos alambres".

- "No", le dice el otro, "ese es papel higiénico lavado, pues el vecino es demasiado tacaño para comprar más y por eso lo lava".

Los amigos se echaron a reír a carcajadas y continuaron su camino.

Bien o mal, no hay duda que el tacaño estaba reciclando el papel, un producto de gran demanda por la civilización actual, y la industria de papel (Fig. 1) está destruyendo los bosques tropicales y subtropicales, poniendo en peligro de extinción o destruyendo miles de especies de fauna y flora de la Tierra. La codicia del hombre rompe el saco. Y el oro del saco lo proveen los consumidores.



                                                                                     

 Fuente: Vida y Sociedad

                                                 

Fig. 1. Industria papelera. Fuente: Turismosistemasproductivos




La codicia de los empresarios es estimulada por la demanda de los consumidores, el público en general. El poder está en manos de los consumidores.

Los empresarios utilizan varias estrategias para introducir un nuevo producto en el mercado. La herramienta más importante con la que cuentan ellos para esta tarea son los medios de comunicación y éstos generalmente pertenecen a los mismos grupos empresariales. 

La propaganda abre la primera brecha. Una vez dentro empujan y patalean para penetrar más adentro en el mundo de los consumidores. Y si a la gente le gusta el nuevo producto, su consumo se propagará con efecto domino. A más consumo, habrá más demanda. 

Mientras tanto, otros empresarios se han agregado a la cola de la cuerda de determinado producto. Se crean puestos de trabajo y surge una dinámica de crecimiento económico. El rico se vuelve más rico, los de en medio están satisfechos con el producto y los pobres, aquellos que están al final de la cuerda, los que aguantan los sopapos, acaban jodidos. Así funciona la economía del Homo insapiens.

El final de la cadena es la fuente de donde se extrae la materia prima. Con lo cual estamos hablando de la Tierra y sus comunidades ecosistemáticas. Hemos evitado emplear la palabra "recursos naturales" porque el llamarlos así insinúa posesión, que están destinados para el uso exclusivo del hombre. Y ésto no es cierto. El hombre no es dueño de nada, ni de su vida porque tarde o temprano ésta será entregada a la Tierra, la dueña de todo.

La demanda por productos de pulpa de madera (celulosa) ha aumentado en las últimas cinco décadas. Un buen porcentaje de los árboles que son talados acaba en forma papel. Cada día consumimos 1 millón de toneladas de papel (Video 1). 


                                
Video 1. Montañas de papel, montañas de injusticia. Subido por el 19/08/2008



El papel higiénico es un ejemplo. Si consideramos que hay aproximadamente 7 mil millones de habitantes en la Tierra, eso quiere decir que existe un potencial económico de 7 mil millones de culos por limpiar y son millones de culos los que ya son limpiados con papel higiénico (Fig. 2).


Figura 2. Macho Homo insapiens de negocios con prisa. Fuente: SEVERLASALREVES



Los datos aportados por la WWF (Worldwide Fund for Nature) señalan que aproximadamente 270.000 árboles son derribados cada día para fabricar papel higiénico. Es decir que 270.000 árboles son convertidos en papel higiénico y acaban succionados por los váteres del mundo. 

Los llamados "países desarrollados", los chupópteros de la Tierra, son los que llevan la delantera en el consumo de papel higiénico. A esto debemos agregar los ricos y las clases medias de los países en "vías de desarrollo", los que luchan a capa y espada por igualar el estilo de vida derrochador de las naciones ricas. 

La media del consumo de papel higiénico en el mundo es de 3,8 kg, con dos extremos, el más bajo en Africa, cuya media es de 0,4 kg/cápita y el más alto en los EEUU, cuya consumo medio es de 2,3 kg/cápita.

La moda y comodidad del papel higiénico ha penetrado incluso en las capas sociales de abajo en los países del "Tercer Mundo". En países como Panamá (América central), por ejemplo, los pobres y las etnias indígenas ya no se limpian el culo con palos, hojas de árboles, hierbas, hojas secas de plantas de bananos o piedras. Hoy en día ya se han modernizado y utilizan papel higiénico. Prefieren el papel de color blanco. 

En cualquier día de la semana, los campesinos panameños dueños de "kioskos" (pequeñas tiendas) que viven en aldeas aisladas muy adentro en las montañas bajan a los pueblos a comprar víveres y papel higiénico. Llevan la carga hasta donde la "chiva" (vehículo 4x4) les puede transportar, luego ponen las compras en el lomo de caballos. Los pobres animales aguantan cuesta arriba la pesada carga, incluyendo un tremendo volcán de papel higiénico blanco ingeniosamente atado sobre los objetos pesados. 

Lo mismo ocurre en la Patagonia de Chile. En cualquier aldea adentro de la cordillera de los Andes siempre alguna persona tiene la vena de negociante y vende una vaca para montar una pequeña tienda. 

En sus pequeños negocios hay dos cosas que casi nunca faltan: la harina blanca de trigo, imprescindible para el invierno austral por si se quedan aislados, y el dichoso papel higiénico. Ambas cosas son transportadas a lomo de caballo hacia adentro en los valles andinos. Aunque el comer demasiado pan de harina refinada de trigo les cause picor en el culo, al menos tienen el suave papel higiénico para limpiarlo. Para qué andar con rodeos.

No hay duda que muchas veces nos quejamos de cosas sobre las cuales nosotros mismos impactamos con nuestro consumismo. Sobre las que directa o indirectamente somos culpables. Todo el mundo se queja del aire contaminado por los automóviles pero pocos están dispuestos a quitárselos de sus vidas, por ejemplo.

El deterioro del medio ambiente lo causamos todos con nuestro alocado consumismo. Todos somos parte del problema y pocos de la solución. Lo realmente penoso es que el paso de nuestro horrible bulldozer destructor aplaste la vida de los habitantes del bosque y el bosque mismo.

Tampoco se escapa la gente. Esto le está sucediendo al pueblo Mapuche de Chile (Fig. 3). Esta nación, y utilizamos esta palabra para indicar que este pueblo posiblemente proceda de un mismo tronco ancestral, ha aguantado de todo: la espada y el arcabuz del conquistador español, las nuevas enfermedades, la invasión de los colonizadores "alemanes", los culatazos y prisión de las fuerzas armadas, el desalojo de sus tierras, etc. 


Figura 3. Mapuche agredido por Carabineros de Chile. Fuente: Agrupación Liberar.


Lo que ellos han sufrido y aún sufren tiene un nombre: injusticia. Los Mapuches deberían ser respetados en todo el sentido de la palabra.

En la actualidad los Mapuches chilenos están siendo invadidos por empresas forestales de mucho poder económico. Da la casualidad que ellos habitan una de las regiones más prístinas del globo, y con ricos recursos acuíferos y forestales (la selva fría), aparte de constituir áreas de carácter estratégico. Sus tierras están siendo repartidas entre la oligarquía chilena y sus compinches foráneos.

Sólo para hacernos una idea de lo que ocurre, el presidente Sebastián Piñera Echenique, uno de los empresarios más ricos de Chile, con una capital estimado en 2,400 millones de USD, unos años atrás compró más de 115,000 hectáreas ubicadas al suroeste de la ciudad de Puerto Montt. 

Se trata de una zona rica en especies naturales, donde se destaca el Bosque "Siempre Verde", fauna autóctona como coipos, pudúes y un denominado "refugio de ballenas azules" en Chiloé, y que corresponde al 15% de la isla, señala un informe de la Brigada de Inteligencia Policial de Puerto Montt. La comunidad indígena huilliche de la isla se opone en caso de que Piñera desee ejercer su derecho de dominio.

El antiguo dueño, el magnate Jeremiah Henderson, un "empresario forestal con domicilio en Hawaii y explotador de bosques en el sudeste de EEUU", las había adquirido en 1997 en la isla de Chiloé. 

¿Para qué querrá tanta tierra Piñera? La prensa informa que él ha montado un parque privado (Parque Tantauco) al estilo de Pumalín de Douglas Tompkins. No se necesita tanto para vivir. 

Indudablemente, que si la provincia de Palena, en la XI Región de Chile, no tuviese el Golfo de Ancud o tuviese una carretera austral a todo tope, es decir bien conectada y asfaltada, ya no habría bosques en esa región tan bella. 

No obstante, una vez los chinos lo intentaron pero fracasaron, no les salió bien el negocio. Les salía caro el transporte marítimo. Aún se pueden ver los montones de chips de madera al lado de la Carretera Austral (Fig. 4) cuando uno viaja de Chaitén hacia Futaulefú.


Figura 4. Carretera Austral de Chile. Fuente: Terminal de Buses.


Al norte de Puerto Montt las cosas cambian. Los bosques nativos son talados por las empresas invasoras y sustituidos por árboles de rápido crecimiento como los eucaliptos (Eucalyptus spp.) (Fig. 5) para que el negocio les salga rentable. Consecuentemente, estos negocios crean problemas fitosanitarios al introducir fungicidas, pesticidas y herbicidas para combatir las plagas en las explotaciones forestales, contribuyendo al deterioro del medio ambiente.


Figura 5. Plantación de Eucalyptus. Fuente: Google images.


Pese a que los grupos de gestión forestal venden al público la idea de sostenibilidad, argumentando de que las plantaciones de Eucalyptus son buenas para el medio ambiente porque los árboles en crecimiento actúan como grandes sumideros de dióxido de carbono, lo cual no es cierto porque alteran el ciclo del carbono edáfico, en realidad los eucaliptales fuera de su hábitat natural (Australia, Tasmania, Nueva Guinea) contribuyen a problemas ambientales, sociales, contaminación genética, en el caso de que se cultiven árboles transgénicos, y alteran y destruyen la biodiversidad local. 

En este sentido, invitamos al lector interesado sobre el tema a leer el reporte de Greenpeace (2011) donde se explica la problemática de este "árbol de la discordia" en España y Portugal.

Y hagámonos una pregunta importante: ¿para qué necesitan tantos árboles de estas especies no nativas estos codiciosos empresarios chilenos? Los monocultivos de eucaliptos u otras especies de árboles de rápido crecimiento serán la materia prima de la industria papelera para consumo nacional y para exportar a China, Europa y EEUU. 

A excepción de las especies más adaptables, prácticamente toda la flora y fauna chilena que los bosques nativos albergan es borrada del mapa. Esto constituye una pérdida de biodiversidad para toda la humanidad. Es un crimen ecológico. Y no tenemos perdón, mucho menos cuando nos limpiamos el culo con papel higiénico o compramos cualquier producto de papel procedente de esos cultivos, un producto manchado de sangre vegetal (Fig. 6) y animal (Fig. 7-8).

             Figura 6. Arbol Canelo o Foye (Drimys winteri). Fuente: Vía Rural Chile.



            Figura 7. Venadito chileno, macho (Pudu pudua). Fuente: Wikimedia Commons.



Figura 8. Ranita de darwin (Rhinoderma darwinii). Fuente: Chile Desarrollo Sustentable.


También contribuimos a que el espacio de los Mapuches se vaya reduciendo poco a poco hasta que llegará un día en que no tengan nada o los encierren en una pequeña reserva al estilo yanqui. Qué patético sería eso! 

Por otra parte, los Mapuches al coger el estilo de vida "occidental" consumista, adquirir todas las comodidades que esa manera de vivir aporta, tampoco se ayudan a ellos mismos. No se puede tirar piedras cuando se vive en una casa de cristal. 

Si bien es cierto que las cosas no han marchado nada bien para los Mapuches desde la época de la conquista, también ha habido algunas cosas buenas para ellos, desde el punto de vista económico, como lo ha sido la introducción del ganado (vacas, ovejas, caballos). El ganado se ha vuelto parte de la cultura mapuche en la actualidad. Pero el precio ha sido demasiado alto.

Sabemos, entonces, que estos animales necesitan comer hierba, lo que implica la necesidad de talar bosques para crear espacios abiertos para los pastizales. Así, en el sur de Chile los mismos Mapuches y otros colonos minifundistas han colaborado en parte a la destrucción de la vegetación nativa. Por un lado se gana pero por otro se pierde. 

El Homo sapiens donde quiera que se encuentre aún no ha encontrado la fórmula para vivir en completa armonía con la naturaleza. Esta su maldición. Que nosotros sepamos, entre  los aborígenes que más se acercaron a esta condición estaban los pigmeos de los bosques ecuatoriales de Africa occidental hace un siglo. Hoy los pigmeos que quedan suelen estar implicados en el contrabando de "bushmeat" (carne de animales salvajes) o de animales vivos.

Hoy en día el pueblo Mapuche del sur de Chile depende de las vacas (lácteos, carne, abrigos y zapatos) y la harina de trigo importada del norte para sobrevivir el largo y riguroso invierno austral. Y su ganado vacuno está bien adaptado para aguantar las inclemencias del tiempo durante esa temporada. 

Entre los Mapuches hay pocos vegetarianos y esto es a pesar de que las hortalizas en un invernadero se dan bien y crecen de una manera rapidísima, un fenómeno que hemos observado en muy pocos lugares del mundo. La tierra en la provincia de Palena, con la cual estamos familiarizados, es rica en minerales de origen volcánico. Y así como su tierra es rica, lo son ellos en su corazón hacia sus prójimos, particularmente a extranjeros. La generosidad de los Mapuches es incomparable

De todas maneras, la serie de videos a continuación nos darán una mejor idea de los que les ocurre a los Mapuches chilenos y a los bosques nativos:













Finalmente, debemos agregar que este patrón de sustituir la flora nativa por los monocultivos se repite por todo el mundo. El hombre tiene un apetito insaciable por recursos naturales para mantener hinchada la burbuja de su civilización desenfrenada.

Agradecimientos

Nuestras más sinceras e infinitas gracias a todos los chilenos del sur por su maravillosa generosidad, hospitalidad y amistad. Deseamos que la luz les acompañe en todo su camino.


Referencias

Acevedo Meins, E.A. 2008. Efectos del establecimiento en el crecimiento y rentabilidad de plantaciones de Eucalyptus en el sur de Chile. Tesis Ingeniero Forestal, Universidad de Chile, Santiago de Chile. 76 p.

El Polvorín. 2010. Chile: plantaciones de eucalyptus ponen en peligro al bosque nativo. Blog El Polvorín. 2 p. 

Gerding, V,. Thiers, O. & Schlatter, J.E. 2011. Exportación potencial de elementos nutritivos con la cosecha de Eucalyptus globulus y E. nitens. Universidad, Austral de Chile, Concepción, Chile. 25 p.

Guerra Bugueño, E.R. 2012. Estudio de factores que incrementan la rentabilidad de plantaciones pulpables de Eucalyptus globulus Labill en Chile. Tesis Doctoral, Universidad de Córdoba, España. 180 p.


Grupo Empresarial ENCE. 2009. La gestión forestal sostenible y el eucalipto. Madrid, España. 70 p.

INFOR. 1988. Costos operacionales y de capital de las actividades forestales en Chile 1987. Informe Técnico 113, Santiago de Chile, Chile. 81 p.

INFOR. 2002. Disponibilidad de madera pulpable de eucalipto en Chile 2001-2018. Informe Técnico 163, Valdivia, Chile. 30 p.

INFOR. 2007. Disponibilidad de madera de Eucalyptus en Chile 2006-2025. Informe Técnico, Valdivia, Chile. 57 p.


                                             

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