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sábado, 22 de junio de 2013

CINE DE SABADO: LA CARNE QUE SE ESTA COCINANDO

Por Gundhramns Hammer
22 de junio de 2012




Fuente: Google imágenes


Hay gente que asegura que no puede pasar sin comer carne un sólo día. Se sienten débiles y, en el caso de muchos hombres, según dicen ellos, no les llega el fluido y la corriente a donde debe llegarles a la hora de juntar los cabos de los cabos de la caballería que le han estado tirando a su deseada doncella.

Históricamente, en la Edad Media nada menos, eran los aristócratas y los reyes los que se atiborraban de carne cocinada en cientos de formas. Era una manera de impresionar a los invitados. Su dieta principal era la carne. Decían que los vegetales eran para los bueyes.

Los pobres del campo en esa época se las arreglaban comiendo verduras, frutas, granos y cereales, en especial pan de centeno. 

Es decir su dieta principal eran derivados de proteína vegetal, con uno que otro huevo de aves de la granja, una gallina al mes si podían  o, en raras ocasiones, algún conejo o una perdíz que pillaban ilegalmente en las tierras del amo.

¿Y quienes crees tú que estaban sanos? 

Los sanos eran los campesinos pobres. Y los ricos eran los enfermos, quienes si no morían de ser atravesados por la espada o la lanza en una escaramuza, tan comunes en esos días, perecían de piedras en el riñón, gota o cáncer de cojones, intestinos, culo, sesos, entre otros males, tan típicos causados por el exceso de consumo de carne.

¿Te suena familiar?  

A la gente le ha lavado el cerebro la prensa, apoyada por una gran cantidad de médicos que nunca en su puta vida han tomado un curso de nutrición, sobre la carne. Sólo repiten como loros lo que otros ignorantes les han dicho. 

Y así va la mayoría de gente, si es que son gente, pues parece ser que lo que era gente se ha convertido en robots de carne y huesos, es decir en zombies.

No vamos a entrar en el lujo de detalles sobre las bonanzas de la carne, pues contiene sustancias nutritivas como amino ácidos, proteínas y vitaminas.  No hay ninguna duda de esto.

Pero de esto precisamente y de otros cuentos, aparte de que son pagados por el fuerte lobby de la poderosa industria cárnica, se valen los nutricionistas y médicos para recomendarla. 

Incluso te recomiendan que consumas carne después de que te han extraído el bazo, cortado un trozo de colon, te han operado del culo o te han quitado las tetas u ovarios, si eres mujer, o te han extraído la próstata, quitado los cojones o un trozo de pene, si eres un macho, por ejemplo. ¡Esto es una barbaridad! 

No barbaridad por lo que te han hecho, si no de recomendar que comas carne después de semejantes intervenciones quirúrgicas.

Previo a ser cocinada, la carne más o menos contiene unos 500 compuestos orgánicos y ya cocinada (su preparación) aumentan a más de 800, entre los cuales abundan moléculas mutagénicas y carcinógenas, tales como los hidrocarburos aromáticos policícíclicos, nitrosaminas, aminas heterocíclicas [por ej., 2-amino-1-methyl-6-phenylimidazo[4,5b]pyridine (PhIP)], etc. Y éstas son precisamente las que te reventarán de cáncer de varios tipos, especialmente del colon, pecho o próstata.

Por supuesto, sin mencionar a las bacterias patógenas que van con la carne y unas vez dentro de tu cuerpo atraviesan el tejido intestinal. Se meten a los vasos sanguíneos e invaden el páncreas, el cerebro, el estómago, etc., y producen un sin fin de enfermedades. Entre ellas están el cáncer. 

Algunas de estas bacterias patógenas invasoras se anclan en las válvulas de las venas de las piernas, donde éstas acaban causándote las famosas venas varicosas. También estas bacterias se clavan en las paredes de las venas del pene o la vulva, originado várices o hinchazón.

¿Qué más? 

Está el marinado de la carne de pollo en un baño de cloro, por ejemplo, en una proporción cloro-agua 50 veces más potente que la de las piscinas, con el objetivo de matar las Salmonella y otros microorganismos patógenos pegados en la superficie o dentro del cadáver del animal. Para disfrazar el sabor a cloro, le inyectan al cadáver del pollo una solución de agua salada, lo cual aumenta el tamaño y el precio.

También está el inyectado de un gran número de químicos [fosfatos (monofosfatos, pirofosfatos, tripolifosfatos sódicos, etc.), ácido láctico, sales (cloruro de soido, cloruro de potasio, citratos, etc.), glutamato monosódico, etc., etc.] a la carne de vacuno, porcino, caballar, ovino y aviar para su supuesta conservación y aumento de peso.

Y para colmo de males, ¿cómo sabes tú que la carne que te vas a comer no es de gente? Es decir, carne de humanos. 

¿Adónde crees que van a parar los miles de niños que desaparecen en el mundo? Sólo un 10% se recupera, los demás, o son metidos en el mundo infernal de la prostitución y explotación infantil, o acaban en la cadena alimenticia y el mercado de tejidos humanos, en el mercado negro subterraneo de carne y partes de gente que existe alrededor del mundo. Un porcentaje desconocido de niños va para los aliens. Al menos es lo que dicen los expertos en cuestiones de tráfico de humanos.

Ahora una pregunta, algo que tiene que ver con el canibalismo entre los humanos. ¿Por qué crees tú que al hombre le gusta montar tiendas para los amantes de la "carne humana"? 

Bueno, al menos se hace para aquellos que esconden este vicio y que desean pretender en su imaginación que están en un festín caníbal.

Dicen algunos expertos de la historia oculta del hombre que en ciertos países "desarrollados" y en algunos en "vías de desarrollo", hay unos cuantos caníbales de verdad. 

Sospechan que incluso la enfermedad de las vacas locas fue contraída por la gente por comer cerebros de gente.

No vamos a elaborar más sobre este asunto. Sólo os dejamos con un artículo que apareció en MD al respecto, aunque era un "gimmick" para promover un nuevo videojuego:


Los caníbales ya tienen tienda de “suministros”: Resident Evil 6 abre una carnicería humana en Londres


Para el lanzamiento de la nueva versión del popular videojuego Resident Evil, Resident Evil 6, la compañía japonesa Capcom ha tenido una idea que a buen seguro hará la delicias de los más fans de lo “gore”.

Durante el pasado fin de semana, Capcom abrió una carnicería humana en el mercado de la carne Smithfields de Londres. El establecimiento, bautizado con el nombre de Wesker & Son, estaba inspirado en uno de los personajes del famoso juego, que no esconde sus predilección por la carne humana.

Aunque aparentemente bien surtida de carne humana, los productos de la original tienda de Capcom no tenían en realidad origen humano.

Los ingresos generados por las ventas de falsa carne humana fueron donados por Capcom a Limbless Association, una asociación que se encarga de ofrecer apoyo e información a las personas que han perdido algún miembro de su cuerpo.

Además de la visita a esta peculiar carnicería, los fans de Resident Evil fueron invitados a varias conferencias sobre canibalismo y virus en el Museo del Hospital de Patología de San Bartolomé en Londres.






Y para acabar este tema, ¿que tal una película?

Aquí tenéis un capítulo de las "Historias de la Cripta" titulada: ¿Qué se está cocinando? (Tales form the Crypt: What´s cookin´) (Video 1-2).



                                                               SPANISH
                                            Video 1. ¿Qué se está cocinando?

                                                            ENGLISH
                                             Video 2. What´s cookin´



¿Por qué será? Dicen que cuando el río suena es porque algo trae.


La encefalopatía enpongiforme bovina al acecho en la cadena carnívora del hombre

Por allí andan diciendo que los "humanos" (¿son humanos o reptilianos?) que comen carne de humanos se vuelven adictos a esta proteína. Se envician con esta carne, como en la película.

Y quién sabe si tú eres carnívoro ya la has comido y no te has enterado. 

Los caníbales de animales están siempre bajo este riesgo, de comer gato por liebre, rata por conejo o carne de gente por carne de res.

Además, la gente carnívora tarde o temprano corre el riesgo de acabar contrayendo los priones (proteínas infecciosas) de las vacas locas (Encefalopatía Espongiforme Bovina) (Fig. 1), o de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (variante o nueva variante), cuyos síntomas algunos médicos confunden con la Enfermedad de Alzheimer en muchos casos.


Figura 1. Enfermedad de las vacas locas (Encefalopatía Espongiforme Bovina): Fuente: Zoonosis y Salud Ambiental AUP.

Los carnívoros son directamente parte de la maldita y asesina cadena carnívora del hombre (Homo insapiens).

Los vegetarianos o veganos no tienen este problema, aunque si no saben con qué tipo de fertilizante han abonado los campos de vegetales y los frutales de donde proceden los alimentos que consumen, también pueden correr el riesgo de comer vegetales fertilizados con harina de sangre, de plumas de pollo y de huesos de animales asesinados en el matadero. 

Es decir, los consumidores vegetarianos y veganos pueden ser indirectamente parte de la cadena carnívora del hombre (Homo insapiens) si se descuidan.

Que lo anterior sirva para reflexionar y pensar un poco, una especie en extinción en estos tiempos cuando todo ya está preparado para comer por la boca o con los oídos y los ojos.

Y para terminar, diremos lo siguiente. El hombre, por el gusto de comer carne, algo que le sienta fatal a su propia salud a corto o largo plazo, pues la carne cocinada contiene sustancias peligrosas, y para mal de la salud ambiental planetaria,  pues es una industria altamente contaminante, por su inconsciencia y falta de empatía, hay millones de millones de animales inocentes que son asesinados en el matadero diariamente.

Ya ha llegado la hora de cuestionar y corregir los hábitos aprendidos en la niñez. 

¿Te atreves?   


Referencias

Feiner G. (2006). Meat Products Handbook. Practical Science and Technology. CRC Press, Boca Raton, FL, USA. 648 p.

Gilbert S. G. (2005). A Small Dose of Toxicology. The Health Effects of Common Chemicals. CRC Press, Boca Raton, FL, USA. 266 p.

Kahn A. A. (Ed.) (2012). Bacteria and Cancer. Springer, Heidelberg, Germany. 278 p.

Lyman H. F. (1998). Mad Cowboy: Plain Truth from the Cattle Rancher Who Won´t Eat Meat. With Glen Merzer. Scribner, New York, NY, USA. 223 p.

Strand, R. D. (2002). What Your Doctor Doesn´t Know About Nutritional Medicine May Be Killing You. Thomas Nelson, Nashville, TN, USA. 511 p.

Watts S (2006). Meat Matters: Butchers, Politics, and Market Culture in Eighteenth-Century Paris. University of Rochester Press, Rochester, NY, USA. 232 p.  

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